Dios de la lluvia.

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Imagen: -Las hojas- autora: Luchy Polo
grabado punta seca

Aunque los efectos del otoño son inminentes, aún el suelo no se ve espléndidamente alfombrado de marrones, amarillos y rojizos de las hojas ya caducas.
Las hojas caídas son escrupulosamente barridas por los operarios en la alameda del río Arnoya, depositadas en los márgenes para su posterior recogida. ¡Qué tentación! Saltar como una posesa por las hileras crepitantes y marrones, lanzar patadas al aire y ver como vuelven a caer las hojas, hundir los pies en ellas hasta no verlos… No lo hice, evidentemente no quería deshacer el trabajo de los operarios, que a golpe de brazo y riñón lo realizan. Esperaré la ocasión cuando todas las hojas cubran el paseo…. Y el trabajo les lleve varios días, ese será el momento. Lo que no he podido evitar es que Ardea si lo haga, también prefiere andar metódicamente por las hojas secas. Esas hojas que crujen y crujen a su paso, por la más que evidente sequía que estamos viviendo.

….. Dios de la lluvia apiádate de las bestias y de mí, pobre mortal!

Dios de la lluvia.
Como la cabeza al sombrero. El último de la Fila.