Quizás porque mi niñez sigue jugando en tu playa...



Imagen - Luanco - autora: Luchy Polo

acuarela s/moleskine


Si es cierto quizás sea por eso o porque cuando estoy sumergida en el mar me hago consciente de la impronta, que tantas generaciones y generaciones de animales han dejado en el proceso evolutivo hasta llegar a mí y tengo la sensación que vuelvo al origen………. al origen de la vida……… al mar.


Si, es como cuando uno vuelve a casa siente esa seguridad de lo conocido. De peque no me hubiese importado tener branquias. Ahora más mayorcita mis baños son más cortos, aunque con esa sensación tan intensa de pertenencia a un medio que aparentemente es hostil para el género humano.



No puedo evitar una vez pasada la primera impresión por el cambio de temperatura, sumergirme lentamente y buceando mirar lo que hay a mi alrededor, tomar conciencia de lo que me rodea e hinchar bien los pulmones (bueno esto es en sentido figurado), después salgo sintiendo como el agua se escurre por mi cara y seguidamente vuelvo a entrar con el característico “golpe de riñón” para impulsarme hasta el fondo.


Son unos minutos que está claro, no puedo disimular, son míos y sólo míos! Y eso lo notan los que me rodean. Luego puedo volver con todos a jugar, a nadar, a husmear por las rocas, a pasear, al chiringuito, a lo que sea…. Pero ese contacto con el mar es vital para mí.


Estar en la superficie muchas veces es inquietante. Me siento más segura cuando mis oídos notan el cambio de presión y tienen que compensarla, los sonidos se ensordecen y la luz que se ve se tamiza a su paso por el medio líquido.


El efecto del agua marina, mas la brisa, mas el tacto de la arena, es el mejor lifting que conozco, ni cremas ni inventos ni nada, mi expresión se transforma se relaja y sale mi Yo. Je, je ¿tengo que vivir en el mar? Pues probablemente.

Hacía mucho tiempo que no dibujaba asuntos marinos. Lo solía hacer durante la carrera, cuando ilustraba los perfiles de la costa, con las distintas líneas donde se sitúan los organismos, apuntes rápidos con un sentido más de ubicación que artístico.

Este que os dejo hoy también es rápido y refleja sobre todo, el color de esas estructuras que por esta época se hacen sitio sobre la arena.

4 comentarios:

ybris dijo...

¡Luanco!
Preciosa tu acuarela.
Como también es preciosa tu reflexión sobre el mar y la paz que da sumergirse en nuestros orígenes.
Yo siempre preferí el agua dulce aunque sea menos primitiva que la salada.

Besos.

Astartet dijo...

No podías haberlo explicado mejor... eso es lo que se siente al estar en el mar, aún cuando sea el mar de un sábado de Agosto, que parece una sopa de gente más que un mar.
Hace poco estuvimos hablando en un cursillo que yo doy por la mañana sobre una especie de "necesidad" que el ser humano parece llevar en su naturaleza (al menos la mayoría de los seres humanos) de volver de vez en cuando a lo natural, al mar o al campo... yo siempre estoy dispuesta a volver a cualquiera de los dos, lo malo es que luego hay que regresar.
Besos.
Rosa.

animalesreunidos dijo...

Ybris ¿Conoces Luanco? lo conocí hace muy poco, mi amiga Cristina me lo recomendó, y nos gustó mucho es muy bonito, espero ir más veces.
Rosa es lógica esa necesidad, porque históricamente nos hemos ido despegando de nuestro origen en busca de un supuesto bienestar, que en algunos aspectos lo hemos conseguido y en otros no. ¿Qué cursillo das?
Besos para los dos.

Astartet dijo...

Pues sí que nos hemos despegado de nuestro origen, ¡Y de qué forma!
Es verdad que es difícil imaginar la vida sin las "comodidades" a las que estamos acostumbrados ahora, pero pocas veces se es tan feliz como cuando ibas al campo o a la playa de pequeña y te hartabas de corres, de ensuciarte de tierra, de revolcarte por el suelo... a veces me dan ganas de tener cinco años otra vez para poder hacer lo mismo sin que me miren raro XD
El cursillo es de administrativo comercial, pero esta conversación la tuvimos en el tema dedicado a la sensibilización ambiental... además, la profesora es ecologista y le gusta también hablar de ello.
Besos.
Rosa.

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