La Marmita de Poción Mágica

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Imagen - De trois higoux - autora: Luchy Polo
acuarela s/moleskine


Este verano nos hemos dejado caer por un parque temático en las proximidades de Paris. No, no es Eurodisney, es el Parque Axtérix, menos conocido y donde la temática gira en torno a la aldea gala, que resiste a los campamentos del ejercito romano que la rodean. Entre espléndidos bosques en la zona de Chantilly hemos disfrutado de un entorno natural y a la vez recreativo, muy cuidado, donde hemos interactuado con todos los personajes del comic Axtérix Obélix, Panorámix Idefix, Edadepiedrix….. Y esto me lleva a proponeros la lectura de este artículo:


La Marmita de Poción Mágica


Es cierto que en el desarrollo de las personas con algún tipo de discapacidad suelen existir unas necesidades sanitarias, psicosociales y adaptativas numerosas y, en algunos casos, muy exhaustivas. En el entorno familiar, éste hecho puede convertirse en un pozo infranqueable, un sumidero por donde se pierdan todos los recursos y energías. O bien, por el contrario, ser una fuente de creatividad capaz de diseñar una vida familiar plena y divertida y capaz igualmente de poner en un brete a los profesionales que utilizan los protocolos convencionales, como arma para protegerse de su falta de compromiso e imaginación.
El objetivo principal de las organizaciones para la discapacidad es recuperar esa normalización que es inherente por nacimiento y que socialmente y de forma reiterada se niega a las personas así consideradas, pero sobre todo, apoyar y reforzar a las familias para que sean las que procuren un entorno estable a la vez que diversificado, sincero, constructivo y luchador.
Actualmente, en ciertos colectivos, hay una diferencia muy clara de la situación que presentan los adultos a la de niños y jóvenes frente a su discapacidad. Los primeros han conseguido cierto grado de normalización, a través de las distintas experiencias vividas (muchas veces traumáticas), que les han hecho aprender y adaptarse. Los segundos, sin embargo, consiguen esa normalización a través de la toma de conciencia de su condición, por lo que van a desarrollar su vida con unas herramientas de partida que les facilitará la resolución de las distintas circunstancias que podrán surgir durante el transcurso de la misma.
Esta toma de conciencia es la única poción mágica existente, que emana de la marmita de la familia y de la que beberán los hijos para transitar por todos los caminos que deseen, con su discapacidad y, sobretodo, con sus capacidades.


Publicado el 19 de julio de 2009, en el diario La Región.