acuarela s/papel
Los cerezos ya tienen sus hojas muy desarrolladas y las cerezas medrando para luego madurar jugosamente.
Al inicio de la primavera el cerezo (Prunus cerasus, L.) nos ha sorprendido con una explosión floral que hasta ahora nunca había sucedido (ojo! que tampoco esto es el Jerte!).
Considerando que en su mejor año nos dió 12 cerezas ¡no está mal! ¡Le queremos igualmente! Su misión hasta ahora era otra: nos ha proporcionado gratos momentos debajo de su copa en los días calurosos. Tumbados boca arriba con el cachorro encima, hemos mirado sus ramas y esquivado entre sus hojas los rayos de sol que querían achicharrarnos y también ha proporcionado buenos ratos de entretenimiento intentando contar sus hojas y tocarlas, nos hemos dejado acariciar por las bailarinas sombras de la brisa.
Fue testigo de la primera vez que vimos saltar a Ernesto dentro de la tripa, tal como lo hace ahora en la cama a modo de colchoneta elástica.
Divertidas meriendas infantiles con Luigi y Jose e incluso eruditas conversaciones filosóficas en los cumpleaños…… ¡Ay no! ……. ¡Que es al contrario!
Este año esperamos una buena cosecha, ya se ven bolitas verdes en un número considerable, aunque sé que……no estamos solos, y como nosotros, otra gente con plumas espera el preciado fruto.
¡Será un buen espectáculo! ¡Seguro que hay para todos!